Por ese dulce rostro caían lágrimas,
sentías como de aquel cuento se borraban páginas.
Clásicas palabras de un cuento inexistente,
escrito por una chica especial, feliz por fuera y por dentro inerte.
Quieres tanto de este mundo tan loco
pero no sabes que los detalles te compensarán poco a poco.
Esperas sin casi fuerzas el cariño que te debe la vida,
no te rayes, todo laberinto fue creado con una salida.
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